Ojos verdes,
verdes como el aceite,
verdes como el olivo verde
y el verde oliva del verderón…
¿Te suena esta letra?
Hoy me levanté con el verde oliva a flor de piel y adapté improvisadamente el estribillo de la famosa copla a mi entorno olivarero y cultivado.
Mis padres tenían ambos los ojos verdes y el primer khol que usé para pintarme la raya del ojo fue de color verde oliva, uno de mi madre ¿por qué será que nunca me olvido de ese lapizito?
Y volviendo a nuestro hábitat ¿conocéis el verderón…? ¿Sabíais que es un pájaro que se ve entre los olivos? Más bien en ecológicos ya que allí las aves se sienten seguras para criar. Su nombre oficial es chloris chloris (verde, verde) Es de color verde oliva y amarillo intenso y en el olivar tiene todo para su supervivencia: ramas densas para construir su nido y semillas para alimentarse que provienen de las plantas que rodean a los olivos ecológicos, las que otros matan con herbicidas.
La riqueza y vida de un olivar ecológico hacen toda la diferencia.
Otra de esas imágenes que conservo fijas en mi memoria está en una de nuestras lindes y me la señaló un amigo belga. Y es que si miras al otro lado se ve una tierra “limpia” pero yerma, muerta, y si miras al nuestro se ve mucho verde y se siente esa vida por doquier… Michel me insistió muchas veces “una imágen vale más que mil palabras, tienes que subir esto a las redes para que comprendan… “
En esa linde dejamos un amplio margen de seguridad y las aceitunas que cosechamos en ese tramo se separan del resto para ser analizadas, por si hubiera contaminación cruzada.
Bueno, ahora ya sabéis cuánta vida contienen nuestros zumos y AOVEs, cuántos pajaritos nacen en nuestros olivos y cuántos gorriones verdes se pasean cantando chipchip.
Saludos cultivados,
Elena Vecino (fundadora de La Cultivada). Lee aquí mis HISTORIAS CULTIVADAS.