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« Nuestro sueño no es hacer el mejor aceite del mundo,
sino mejorar el mundo con nuestro aceite »

Nuestra tierra La Alegría nace del Cultivo

Somos una empresa familiar inspirada por el ejemplo de nuestros padres que nos han legado estas tierras. Nuestro padre, Pedro Vecino Riera, revitalizó el olivar que antaño hubo en el Molino de Santa Ana, herencia de nuestros abuelos maternos.

En nuestro árbol genealógico materno abundan los apellidos alemanes, italianos y franceses, debido a la colonización que se dio en nuestra región bajo el reinado de Carlos III, un episodio apasionante de nuestra historia. Sabemos que los colonos cultivaban huertas, vides y olivos.

Nuestro tatarabuelo materno amaba tanto los olivos y el aceite que cambiaba importantes cortijos por tierras de olivar y molinos de aceite. A él debemos nuestro amor por el olivo.

Las tierras de La Cultivada están situadas en la campiña suroeste de Córdoba, dentro del famoso triángulo de donde procedían los aceites más prestigiosos del Imperio Romano.

Nuestro querido Molino de Santa Ana data de finales de 1800 y es conocido como “Molino Moderno” por la avanzada tecnología que se empleaba antaño. Desde la finca, hay una bellísima vista del Castillo de Almodóvar, vinculado al Califato de Córdoba, época en la que se ensalzó el cultivo del olivar, llegando incluso a nombrar la aceituna como bien cultural.

El amor no domina; cultiva

La Cultivada nace de un sueño que quiso transformarse en realidad.

En 2007, regreso al sur aproximándome a tierras cultivadas por mis antepasados con la intención de dar nombre a un aceite familiar.

Un aceite que con su excelencia se hará eco de los valores de una agricultura civilizadora y su pacto ancestral con la naturaleza. Me hago devota de un árbol, me transformo en emprendedora y embajadora de un zumo que afirma la identidad del Mediterráneo, un patrimonio inmemorial y un estilo de vida saludable.

La Cultivada expresa el sabor de su entorno, nos invita a ser conscientes y creativos en la cocina y en el acto de comer, alimentando los sentidos, el alma y el corazón. La Cultivada es estética y ética; salud y acción de gracias; es escucha de la naturaleza y una experiencia mitológica.

Carta fundadora La Cultivada, Elena Vecino.

Cultivando un mundo mejor.

Somos un equipo humano pequeño, con vínculos personales sólidos y un alto grado de compromiso. Lo nuestro es calidad, más allá de la cantidad.

Tratamos igual a quien compra una lata que a quien compra mil.

Creemos en lo que hacemos y por eso nos esmeramos tanto en el cultivo y en el proceso de elaboración y selección de nuestros aceites de excelencia.

Conocemos a nuestros clientes, sus gustos, sus necesidades, y les proporcionamos información y formación.

cata aceite olive virgen extra La Cultivada

Cultivando un mundo mejor.

Somos un equipo humano pequeño, con vínculos personales sólidos y un alto grado de compromiso. Lo nuestro es calidad, más allá de la cantidad.

Tratamos igual a quien compra una lata que a quien compra mil.

Creemos en lo que hacemos y por eso nos esmeramos tanto en el cultivo y en el proceso de elaboración y selección de nuestros aceites de excelencia.

Conocemos a nuestros clientes, sus gustos, sus necesidades, y les proporcionamos información y formación.

Equipo cultivado

Elena Vecino

elena vecino

Fundadora y CEO La Cultivada

La mujer olivo, amante de la tierra y del conocimiento.
sharon page

sharon page

Export Manager

Experta en cata de AOVE, organiza las expediciones de La Cultivada allende los mares.
M.Ángeles Bermudo

M.Ángeles Bermudo

Administración logística

Planifica con eficiencia y prepara con mucho amor los pedidos de La Cultivada.
pedro vecino

pedro vecino

Responsable Producción Agraria

Cultiva la sostenibilidad de la empresa y del campo.
ramon sanchez ostos

ramón sánchez

Capataz agrícola

Conoce todos los secretos del Molino de Santa Ana y tiene la fuerza de supermán.
Antonio Murillo

antonio murillo

Agricultor Molino de Santa Ana

Polifacético. Siempre alegre y con gran capacidad de trabajo en equipo.

nuestros valores

Una ética de producción y de consumo, que privilegia la calidad y el origen del alimento, promoviendo prácticas sostenibles.

Una olivicultura responsable y respetuosa con el medio ambiente. Cuidamos el entorno natural y valoramos a las personas que trabajan la tierra.

Un aceite de autor distinto al producto anónimo y homologado que domina el mercado del Aceite de Oliva Virgen Extra.

Un AOVE organolépticamente notable, que refleja el valor de las diferencias varietales, y que está vinculado a España.

Una comunicación comprometida con la reconstrucción de la cultura del aceite, en consonancia con los valores expresados.

La lechuza cultivada

Noctua, símbolo de sabiduría y guardiana de las buenas prácticas del Molino de Santa Ana.

Fiel compañera de Palas Atenea, la diosa vencedora gracias a su aporte civilizatorio: el olivo. ¿Conocéis la historia?

lechuza cultivada

manifiesto cultivado

Cuando comprendamos que pertenecemos a la tierra, y no que la tierra nos pertenece.

Cuando comprendamos que cultivar es cuidar de la tierra que nos alimenta.

Cuando comprendamos que ser culto hoy significa abrazar el aprendizaje de nuevas formas de vida.

Cuando comprendamos que nuestro verdadero destino es ser cuidadores y no depredadores.

Cuando comprendamos que el alimento nace de la tierra y no hay otro planeta al que huir.

Cuando comprendamos que somos interdependientes y que no hay nosotros sin otros.

Cuando comprendamos que el éxito contra otro es un juego de suma cero y que somos más que ganadores y perdedores.

Cuando comprendamos que nuestra salud también se cultiva con buenos alimentos.

Cuando comprendamos que el alimento saludable es un derecho humano esencial, que nace de una agricultura viva y sostenible…

Entonces, y sólo entonces, seremos el cambio y tomaremos el futuro Cultivado en nuestras manos.

manifiesto cultivado

Cuando comprendamos que pertenecemos a la tierra, y no que la tierra nos pertenece;

Cuando comprendamos que cultivar es cuidar de la tierra que nos alimenta;

Cuando comprendamos que ser culto hoy significa abrazar el aprendizaje de nuevas formas de vida;

Cuando comprendamos que nuestro verdadero destino es ser cuidadores y no depredadores;

Cuando comprendamos que el alimento nace de la tierra y no hay otro planeta al que huir;

Cuando comprendamos que somos interdependientes y que no hay nosotros sin otros;

Cuando comprendamos que el éxito contra otro es un juego de suma cero y que somos más que ganadores y perdedores;

Cuando comprendamos que nuestra salud también se cultiva con buenos alimentos;

Cuando comprendamos que el alimento saludable es un derecho humano esencial, que nace de una agricultura viva y sostenible…

Entonces, y sólo entonces, seremos el cambio y tomaremos el futuro Cultivado en nuestras manos.

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